‘Habemus papam’

Convenza usted a los corruptos de que si no temen a las leyes terrenales, al menos sí a las de Dios.

18 de marzo 2017 , 12:00 a.m.

Por fin se anunció la visitadel papa Francisco, ‘me acabo de enterar’. Lo necesitamos urgente. Por la situación que vivimos podría ser una especie de venida del Salvador, como en tiempos de Jesús. Es que Colombia requiere un exorcismo nacional. Urge de ese exorcismis et supplicationibus, porque la corruptionem nos come vivus.

Suplicatium, soberano del Vaticano, dadnos la mano, venid más temprano, porque la corruptionem a todo nivel nos carcomem. Es un supplicium. Podemos llevar a un corruptus in fraganti al parque Simón Bolívar de Bogotá, lleno de políticos de todos los partidos y muchos del común –que también es común que roben–, y si el pontífice grita: “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”, queda el parque solo. Qué piedra.

Necesitamos que venga ya, y si es posible se reúna con los representantes de las grandes campañas políticas y les diga: “La verdad os hará libres”. Con todos, los de Santos y Uribe, que antes comulgaban en la misma misa, porque aquí todos aparecen en el afiche. A las dos campañas se les metió el diablo disfrazado de Odebrecht, la brasileña que montó la corrupção mais grande do mundo.

«Por el olor los conoceréis. Porque un corrupto huele feo, así se eche loción fina con plata sucia».

Y es justo y necesario reconocerle al presidente Santos, que pide que se investigue, que no prescriba y que se llegue hasta las últimas consecuencias. Otros deben seguir el ejemplo, en vez de ‘negare’.

Papa Francisco: ¿no puede adelantar a Colombia una página en su agenda? Usted es uno de los líderes del mundo más respetados, por encima de presidentes; es la persona con mayor credibilidad y, con el poder de Dios, pueda ser que logre alejar de este país el demonio de la corrupción, contra el que usted ha luchado.

Recuerdo que dijo que este se metió hasta en el Vaticano, donde hay Poncios Pilatos. Habló usted de que “es un proceso de muerte… que se ha vuelto habitual en la sociedad… que es un mal más grande que el pecado, y más que ser perdonado, debe ser curado”. Pero ¿con qué lo curaremos? Aquí también hay muchos Pilatos. Y muchos pelotas, que volvemos a votar por los mismos.

En septiembre, santo papa, por fortuna, la guerrilla habrá entregado las armas, la paloma de la paz volará sobre Colombia; ojalá usted pueda decirles a los tercos del Eln: mi paz os dejo, mi paz os doy, no mires los petardos, sino la fe de la Iglesia. Tal vez el grande Nairo Quintana ya sea campeón del Tour de Francia. Tal vez estemos clasificados al Mundial de Rusia. Tal vez haya menos hectáreas de coca. Pero habrá ya campañas políticas, y los corruptos afilarán garras.

Necesitamos cuanto antes que venga y recalque sobre el pecado que es robarse la plata de la gente, porque los sobornos políticos luego encarecen las obras, o no se hacen y no hay presupuesto para lo social, ni para la salud, y mueren niños de hambre. En el 2016 más de 100 pequeños murieron por desnutrición mientras algunos engordaron con los refrigerios. Más que perdonarlos, se necesita castigarlos.

Como aquí, santo padre, se alzan con el santo y la limosna, se requiere que usted convenza a los corruptos de que si no temen a las leyes terrenales, al menos sí a las de Dios. Sugiero que para ellos se vuelva al antiguo cilicio, como símbolo de penitencia. Casi todo político debería llevar esa camisa áspera, a veces de piel de camello. Así al menos, por el olor, los conoceréis. Porque un corrupto huele feo, así se eche loción fina con plata sucia.

En fin, aunque no llegue ya el Papa, corruptos a todo nivel, no se roben la papa de los pobres. Es pecado, es delito, es vergüenza para sus familias. Feliz puente a los millones de honestos, que disfrutan así sea con poco.

LUIS NOÉ OCHOA
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Tomado de:El Tiempo.com