2 marzo 2020 –
Por: El País –
Comienza en Londres el jucio de extradición contra el hacker internacional
Las muestras de apoyo al cofundador de Wikileaks, Julian Assange, ya no son tan multitudinarias como hace unos años. Pero una legión de un par de centenares de sus defensores ha aguantado este lunes el frío y la lluvia de Londres y se ha concentrado frente al Tribunal de Woolwich, al sureste de la ciudad y a pocos metros de la prisión de Belmarsh, donde permanece el prófugo más internacional desde que el Gobierno de Ecuador lo expulsó de su embajada en Londres.
Desde primera hora agradecía las muestras de apoyo el padre de Assange, John Shipton. «Al principio pensé que el problema era solo de Julian», cuenta a EL PAÍS. «Ahora creo que es una opresión global al periodismo. Especialmente en Europa. Podemos acabar perdiendo esa conversación normal en la que se intercambiaba información y se alimentaba el debate público. Ningún medio querrá arriesgarse a sufrir diez años de opresión política».
Uno de los abogados que representa a Estados Unidos en el proceso abierto en Londres para decidir la extradición de Julian Assange, fundador del portal WikiLeaks, por difundir información confidencial de ese país en 2010, ha defendido este lunes que el periodismo no puede servir de excusa para vulnerar la ley y poner en peligro la vida de personas que han ayudado a Occidente.
«La defensa sugiere que se ha exagerado el riesgo que corrieron los informantes cuyas identidades fueron difundidas. Pero me gustaría recordar a la corte que estas personas estaban pasando información de regímenes como Irán y organizaciones como Al Qaeda», ha sido James Lewis, uno de los letrados que representa a la Administración norteamericana.
«Les ha dado igual que se produjera o no una violación de derechos. Les ha dado igual todo. Solo les importaba que quedara claro que se había ignorado la legislación estadounidense. El problema es que se está acusando a alguien que ni es estadounidense ni fue la fuente directa de la filtración», ha explicado el exjuez español, Baltasar Garzón, presente en el juicio como coordinador del equipo de defensa de Assange.
Sentado en la sala, vestido con un traje gris, jersey gris, gafas sobre la frente y perfectamente afeitado, el acusado ha escuchado la argumentación del abogado. Poco antes del primer receso, ha querido dar las gracias a sus seguidores, a los que se escuchaba desde el interior de la sala. Pero a la vez, ha pedido que cesaran los gritos. «Me cuesta concentrarme y todo este ruido no ayuda. Entiendo y aprecio los apoyos públicos. Comprendo que les asquee todo este proceso», ha expresado, antes de que la jueza le quitara la palabra y exigiera que se dirigiera al tribunal a través de su abogado.
Durante esta semana, el tribunal escuchará los argumentos de las partes y aplazará el juicio hasta mayo para examinar las pruebas. La decisión final sobre la extradición podría tardar meses.
Assange, que está detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, contigua al tribunal, está acusado por Estados Unidos de conspiración para piratear los ordenadores del Gobierno estadounidense y violar la ley de espionaje. En total 18 delitos por los que puede ser sentenciado a 175 años de cárcel. EE UU considera que Assange conspiró con Chelsea Manning, la soldado estadounidense que filtró gran cantidad de cables diplomáticos confidenciales del Gobierno de ese país.
Assange, que había sido detenido inicialmente en 2010 en el Reino Unido a petición de Suecia por un caso de presuntos delitos sexuales que ya está archivado, ha pasado los últimos 10 años confinado, primero bajo arresto domiciliario y después refugiado en la embajada de Ecuador en Londres hasta que este país le retiró el exilio en 2019 y fue arrestado por la policía británica y llevado a Belmarsh.
Con motivo del comienzo del juicio de Assange, el director del portal, Kristin Hrafnsson advirtió, en unas declaraciones a los medios, de que el resultado del juicio determinará «el futuro del periodismo», porque decide «qué sucede con un periodista que difunde información de un Estado veraz y de interés público».
En los últimos días, un testigo citado por la defensa de Assange aseguró que el presidente de EE UU, Donald Trump, ofreció el indulto al fundador de WikiLeaks si negaba la implicación de Rusia en una filtración de correos electrónicos en 2016. El abogado Edward Fitzgerald aseguró que tiene pruebas que sugieren que el antiguo congresista republicano Dana Rohrabacher hizo esa oferta al activista australiano.
El letrado aseguró que Rohrabacher visitó la embajada ecuatoriana en el Reino Unido en 2017, cuando Assange permanecía asilado. WikiLeaks aireó en 2016 unos correos electrónicos que afectaron a la campaña por la presidencia de la demócrata Hillary Clinton. Varios médicos pidieron la semana pasada que el fundador de Wikileaks reciba atención sanitaria urgente, en una carta publicada en la revista médica británica The Lancet.