Foto: Javier Nieto/ El Tiempo.
Tras la implosión se dará paso al parque Inflexión, homenaje a víctimas de la violencia en Medellín.
Desde las 6 a. m. de este viernes, al menos 1.500 personas residentes en el barrio Santa María de Los Ángeles, en la comuna El Poblado, deberán evacuar sus viviendas o sitios de trabajo para poder hacer el derribamiento controlado, un proceso que estará a cargo de la empresa Atila Demoliciones, la misma que estuvo a la cabeza del derribamiento de los edificios Space y Bernavento.
Hasta las 8:30 a. m. será la evacuación, que abarca 100 metros a la redonda del edificio. Después, personal de bomberos y de la empresa contratista verificarán que no quede nadie para evitar riesgos, explicó Camilo Zapata, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd), quien añadió que desde las 10 a. m. se hará el cierre del área circundante en un radio de 100 metros para evitar la movilización de vehículos y personas en el perímetro.
Cuando las condiciones de seguridad estén verificadas se procederá con la demolición. El sonido de las alarmas marcará el fin del edificio, que fue vivienda de Escobar y su familia, recordado por sus lujos y por ser foco de atentados en la época más sangrienta de la ciudad.
Todavía en los recuerdos de muchos vecinos del sector están los atentados con explosivos que sufrió el sitio. El primero fue en 1988, contra el propio Escobar. En el 2000, cuando el lugar era sede de la Fiscalía, se presentó uno más; sin embargo, la estructura siempre se mantuvo en pie.
El edificio Mónaco es conformado por ocho pisos y estuvo avaluado en 5.000 millones de pesos, tiene 34 parqueaderos, 12 apartamentos, 2 piscinas y una cancha.
Hoy, la demolición será posible por la labor que en años pasados se empezó para que la Sociedad de Activos Especiales (SAE) permitiera que la propiedad pasara a manos de la Alcaldía de Medellín, entidad que piensa construir en ese espacio el parque Inflexión.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, explicó a quienes se oponen al derribamiento del Mónaco y que piden que se repotencie para otros usos, que para hacerlo se requeriría más de 40.000 millones de pesos. Hacer el memorial, por su parte, costará 6.000 millones, sumados a unos 2.000 millones del proceso de demolición.
Los vecinos del sector están complacidos con la caída de la estructura, pues quieren borrar la imagen que ven desde sus ventanas de la llegada de extranjeros que escuchan con atención historias alimentadas con series y películas de narcos.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la apuesta. La corporación Región y el Instituto Popular de Capacitación (IPC) han criticado que se trata de un acto que logra presencia mediática, pero no aporta a lo realmente esencial: derribar la cultura mafiosa que sigue viva.
Para Marta Villa, directora de Región, “hay una mirada un poco maniquea, donde se piensa que el problema fue Escobar y quitando signos de esta figura se elimina el problema. La gente que vaya desde ahora va a decir: ‘acá quedaba el edificio’. ¿Entonces van a quitar el barrio con su nombre para borrar la huella?”.