La Sijín descubre escondite de bandas rompevidrios en Bogotá

9 Julio 2019.

Foto: Fotomontaje EL TIEMPO.

Efectivos de la Sijín de Bogotá inspeccionaron la zona boscosa que colinda con la carrera Séptima con calle 94 y encontraron una especie de cambuche en el cual las bandas de los rompevidrios botan las carteras y bolsos de sus víctimas después de desocuparlos.

Tomado de: El Tiempo.


Además, identificaron tres senderos a través de los cuales la manadas de hampones, que atacan en grupo de hasta 15 a los conductores del sector, huyen hacia la montaña en horas pico.

La inspección se efectuó luego de varios informes investigativos de EL TIEMPO que evidencian que las manadas de rompevidrios están empleado el extenso bosque, de propiedad privada y sin ningún tipo de vigilancia, para huir y ocultar el botín.

En efecto, además de billeteras desocupadas, carteras y supuestas armas falsas, se encontraron botellas de licor.

«La inspección hace parte de las medidas tomadas por la Policía Metropolitana, que incluye el uso de drones con cámaras de largo alcance para ubicar este tipo de lugares», le explicaron a EL TIEMPO voceros de la institución.

Y recordaron que ya se desplegaron agentes encubiertos en varias zonas criticas, como la calle 134 con avenida 19, en donde las bandas usan el caño como refugio.

También se está tratando de individualizar a los cómplices de los atracadores: varios lipiavidrios, vendedores ambulantes y personas que piden limosna.

Tal como lo reveló este diario, son ellos los que inspeccionan los vehículos y señalan cuáles deben ser atacados.

Otros puntos donde actúan estos ladrones son en la carrera 68, a la altura de Salitre Mágico, autopista Norte entre calles 94 y 153; avenida Suba entre calles 116 y 127, Avenida Boyacá con autopista Sur; a lo largo de la avenida Primero de Mayo, y la carrera Séptima entre calles 116 y 134.

Las autoridades piden que las víctimas denuncien para que los ladrones puedan ser procesados por concierto para delinquir y no regresen a las calles al poco tiempo por ser un delito de menor cuantía.