4 Junio 2019.
Foto: Pixabay.
El cambio climático ya ha afectado a la producción de los diez principales cultivos, que representan fuentes de alimentos clave para los seres humanos. En latitudes bajas, se espera que cultivos como el maíz y el trigo disminuyan su productividad.
Tomado de: El Espectador.
Los diez principales cultivos del mundo (cebada, mandioca, maíz, palma aceitera, colza, arroz, sorgo, soya, caña de azúcar y trigo) representan el 83% de todas las calorías producidas en las tierras de cultivo. Por eso, entender qué tanto puede afectarlos el cambio climático se ha convertido en una tarea urgente para investigadores de todo el mundo.
Ahora, una investigación dirigido por la Universidad de Minnesota, realizado con investigadores de la Universidad de Oxford y la Universidad de Copenhague, utilizó el clima e informó datos de cultivos para evaluar el impacto potencial del cambio climático observado.
Publicado en PLOS ONE, el análisis recogió datos de estos diez cultivos desde 1974 hasta 2013, e hizo proyecciones de su rendimiento en las zonas del planeta donde se siembran. “Encontramos que la temperatura de la temporada de crecimiento, en todas las áreas cosechadas para los diez principales cultivos mundiales aumentó de 0,5 ° C a 1,2 ° C”, señalan los autores.
Además, se dieron cuenta de que los cambios en las lluvias durante la temporada de crecimiento de los cultivos se han hecho cada vez más variables.
Asimismo, los investigadores estimaron cuánto podrían reducirse o aumentar los volúmenes de estos cultivos. Concluyeron que la palma aceitera, por ejemplo, disminuirá su rendimiento en un 13,4%. Por su parte, la soja será 3,5% menos productivas. Al sumar los impactos de los diez cultivos, los datos arrojan que cada año se reducirá un 1% de todas las calorías disponibles para el consumo humano.
No en todas partes es igual
El estudio analizó las distintas regiones del mundo, y así muestra que los impactos del cambio climático en la producción mundial de alimentos son desiguales. Mientras que en regiones como Europa, África del Sur y Australia los impactos son generalmente negativos, en América Latina resultan ser positivos y mixtos en Asia, América del Norte y Central.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores crearon una base de datos con la información disponible sobre áreas cosechadas, rendimiento, clima y temperaturas a nivel nacional en más de 20.000unidades político administrativas a nivel subnacional (municipios, condados, departamentos, etc). Después de esto, construyeron modelos estadísticos que relacionan los rendimientos de los cultivos con el clima observado en cada unidad política desde 1974 hasta 2008.
El estudio, coordinado por el investigador Deepak Ray, del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Minnesota, estimó también que la mitad de todos los países que padecen inseguridad alimentaria están experimentando disminuciones en la producción de cultivos, al igual que algunos países industrializados ricos de Europa occidental.
En contraste, el cambio climático reciente ha beneficiado a algunas regiones de Estados Unidos y Latinoamérica, “especialmente en cultivos comerciales como el maíz, la palma aceitera, la soya y la caña de azúcar”. El estudio encontró que los cambios en las temperaturas globales y patrones de lluvia han aumentado las calorías consumibles totales en los Estados Unidos y México, así como en Brasil, Argentina, Paraguay y Cuba. En la República Dominicana, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Venezuela, en cambio, se han producido importantes pérdidas en calorías de alimentos consumibles.
«Hay ganadores y perdedores, y algunos países que ya tienen peor situación alimentaria», dice el autor principal, Deepak Ray, del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Minnesota, cuyas bases de datos de estadísticas mundiales de cultivos de alta resolución también se han utilizado para ayudar a identificar cómo la producción global de cultivos cambia con el tiempo. Estos hallazgos indican qué áreas geográficas y cultivos están en mayor riesgo, lo que los hace relevantes para aquellos que trabajan para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para acabar con el hambre y limitar los efectos del cambio climático. Ideas como estas llevan a nuevas preguntas y próximos pasos cruciales.
«Este es un sistema muy complejo, por lo que un componente cuidadoso de modelado estadístico y de ciencia de datos es crucial para entender las dependencias y los efectos en cascada de cambios pequeños o grandes», dice el coautor Snigdhansu Chatterjee, de la Facultad de Estadística de la Universidad de Minnesota.