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Los han manipulado, usado y criticado: muchos presidentes de Estados Unidos han tenido una complicada relación con los medios de comunicación. Pero ninguno la había acosado hasta ahora como Trump. Un panorama.
Thomas Jefferson: «Lo que dicen los periódicos, ya no puede creerse”
En 1787, Thomas Jefferson, el tercer presidente de Estados Unidos, dijo: «periódicos sin Gobierno son mejores que un Gobierno sin periódicos”. Su contemporáneo James Madison está considerado el «padre de la Constitución”, en la que la libertad de prensa está anclada como derecho fundamental. Más tarde, cuando Jefferson ya era presidente, comenzó a criticar a los periódicos. «Eso es fácil de explicar”, dice el historiador Norbert Zinsch: «En la época de Jefferson se desarrolló el sistema de dos partidos en el país y con ello una prensa alineada con uno u otro. Los periódicos de los federalistas, más bien conservadores, criticaban mucho a Jefferson y este debió defenderse con los periódicos que lo apoyaban”. No obstante, Jefferson defendió la libertad de prensa hasta su muerte.
Abraham Lincoln: «La opinión pública lo es todo»
Abraham Lincoln, el 16º presidente de Estados Unidos, sabía qué poder tienen los medios de comunicación. A diferencia de Obama y Trump, sin embargo, supo aprovechar la difusión masiva de los periódicos. En 1859, durante la campaña electoral, llegó incluso a comprar el periódico de habla alemana «Illinois Staats-Anzeiger”, para asegurarse los votos de los inmigrantes alemanes. Según el historiador norteamericano Harold Holzer, Lincoln fue un maestro en la manipulación de la prensa. A los periodistas «amigos” les daba información. A los «menos amigos” trataba de conquistarlos. Más de uno terminó incluso en la cárcel. «En estos tiempos y en este país, la opinión pública lo es todo”, llegó a decir Lincoln, «con ella nada puede fracasar; contra ella, nada puede lograrse”.
John F. Kennedy: «Un arma impagable»
Los periodistas le preguntaron un día a John F. Kennedy si seguía leyendo muchos periódicos. Kennedy respondió que era incómodo leer notas poco halagüeñas, pero que la prensa era «un arma impagable para la presidencia, para controlar qué está sucediendo en el Gobierno”. Y agregó: «Así me entero de muchas más cosas”. John F. Kennedy fue también el primer presidente que recurrió exitosamente a apariciones en televisión para comunicarse con la población. Solo su primera conferencia de prensa en televisión fue vista por 65 millones de espectadores.
Richard Nixon: «La prensa es el enemigo»
Ya mucho antes que Trump, otro presidente calificó a la prensa de «enemigo”: Richard Nixon. No públicamente, sino en una conversación telefónica con Henry Kissinger. El enfrentamiento entre los medios y Nixon alcanzó su apogeo con el caso «Watergate”. En 1973, los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward informaron en el «Washington Post» acerca de la entrada ilegal de personal de Nixon en el cuartel general del Partido Demócrata, con el objetivo, entre otros, de colocar micrófonos ocultos. Woodward y Bernstein recibieron el Premio Pulitzer. Nixon dimitió en 1974 bajo masiva presión, como primer y hasta ahora único presidente norteamericano en retirarse prematuramente.
Ronald Reagan: «Cada presidente intenta utilizar la prensa en su provecho»
Lo llamaban «el gran comunicador”. El exactor Ronald Reagan fue un maestro de la puesta en escena. «Sus apariciones en televisión eran cuidadosamente preparadas, siempre había banderas estadounidenses en el fondo y todos los periodistas presentes simpatizaban con sus ideas”, dice Finzsch. «Cada presidente intenta utilizar la prensa en su provecho», dijo Reagan poco antes del fin de su mandato. Los medios de comunicación cuidan de que les vaya bien «y un presidente también debe cuidar de sí mismo”.
Twitter, Facebook, Instagram, Youtube, Snapchat: ningún otro presidente recurrió a tantos canales para dirigirse a los ciudadanos norteamericanos. Obama se ganó las simpatías de muchos los jóvenes con presentaciones en «late-night shows” y entrevistas con estrellas de Youtube. Hasta el último día recurrió virtuosamente a los medios sociales. Su relación con los medios tradicionales no era tan distendida. En 2015, un análisis de Associated Press dio como resultado que nunca antes había sido limitado tanto el acceso a información como durante el Gobierno de Obama. En noviembre de 2016, Obama dijo, en relación con los medios: «Sé que siempre tuvimos el mismo objetivo: anclar nuestra comunicación pública en la verdad”.
Donald Trump: «El enemigo del pueblo norteamericano»
Donald Trump está peleado con los medios y prefiere «hablar directamente con el pueblo”. Trump dice que la prensa está «completamente fuera de control” y que no dice la verdad. Pero, él mismo no cesa de afirmar cosas que luego demuestran ser falsas. ¿Es el comportamiento de Trump singular en la historia de Estados Unidos? Sí y no, dice Norbert Finzsch: «La táctica de evitar a los medios de comunicación, rodearse sólo de periodistas incondicionales y pasar información solo selectivamente no es nada nuevo”. Es la estrategia estándar de la Casa Blanca desde Richard Nixon. También George W. Bush y Barack Obama la practicaron, agrega. Pero, «lo nuevo es que la prensa es ahora definida públicamente como el enemigo”. También para ello tiene Finzsch una explicación: «Presentarse como outsider es parte de una estrategia general de Trump”.