1 Noviembre 2019.
Tomado de: El Tiempo.
Al igual que las movilizaciones de estudiantes del 10 y 24 de octubre pasados, la marcha de las máscaras, en la que participaron miles de jóvenes de diferentes universidades de Bogotá, tuvo como lunar los enfrentamientos con el Esmad y actos de vandalismo.
Los disturbios se presentaron por la tarde, en inmediaciones del monumento a los Héroes, en la autopista Norte con calle 80, y se prolongaron hasta la noche.
De acuerdo con las organizaciones estudiantiles, las manifestaciones de este jueves conmemoraban las protestas de hace un año –que concluyeron tras un acuerdo con el Gobierno– y se enmarcan en las marchas que se han venido presentando en los últimos dos meses.
Las exigencias de los estudiantes tienen que ver con el respeto a la autonomía universitaria, así como el rechazo a actos de corrupción en la Universidad Distrital de Bogotá, que, precisamente, anunció este jueves que entrará en paro. Los universitarios también expresaron su rechazo al uso excesivo de la fuerza por parte del Esmad.
Los enfrentamientos en Bogotá se originaron porque los estudiantes buscaban concentrarse en la autopista Norte con calle 100. Pero con una barricada, las autoridades no les permitieron el paso a la altura de la calle 80, lo cual originó que encapuchados empezaran a agredir a la policía con piedras, voladores, palos y caucheras.
Esta situación se prolongó durante al menos una hora y afectó la movilidad en ese punto de la ciudad. Para disipar a los manifestantes, el Esmad utilizó gases lacrimógenos, bombas aturdidoras y balas de goma.
Uno de los hechos que más empañaron la jornada fueron las agresiones que sufrieron algunos periodistas y reporteros que cubrían las marchas. Así, encapuchados le arrebataron a un camarógrafo de Citytv la cámara con la que cubría la manifestación, hecho que quedó registrado en videos que fueron compartidos por ciudadanos en las redes sociales.
Otro grave evento se presentó cuando dos policías que transitaban en una motocicleta fueron interceptados por un grupo de encapuchados, que los tumbó y les lanzó pintura. Después, le prendieron fuego al vehículo, pero rápidamente los gestores de convivencia del Distrito y empleados de una estación de gasolina procedieron a sofocar el fuego con extintores.
Más tarde, alrededor de las 7:30 de la noche, de nuevo se presentaron enfrentamientos entre encapuchados en la Universidad Pedagógica (calle 72 con carrera 11) con efectivos del Esmad, que hicieron presencia con tanquetas y trataron de dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras. En esa zona del norte de la ciudad, varias entidades bancarias se vieron gravemente afectas porque encapuchados rompieron sus vidrios y dañaron sus fachadas.
Sin embargo, no toda la jornada estuvo marcada por choques violentos. Con velas, flores y fotografías, los estudiantes hicieron un homenaje en el monumento a los indígenas y líderes sociales que han sido asesinados en el país.
No obstante, algunos encapuchados aprovecharon para vandalizar el monumento a los Héroes con grafitis y pintura. Hubo quienes, incluso, se atrevieron a subirse a la estatua de Simón Bolívar que hay en el lugar.
En otras ciudades
Al contrario de lo ocurrido en Bogotá, las manifestaciones estudiantiles en otras ciudades transcurrieron con normalidad.
En Medellín y Bucaramanga, por ejemplo, cientos de estudiantes se movilizaron de manera pacífica con antorchas. Las consignas fueron las mismas que en la capital del país: el rechazo a los actos de corrupción en algunas universidades, y “la defensa del derecho a la protesta y el desmonte del Esmad”.
Según lo reportado por las autoridades de Medellín, la marcha de las universidades de Antioquia y Nacional provocó el cierre momentáneo de varias vías. También fueron reportados grafitis hechos por manifestantes en fachadas de establecimientos comerciales.