3 agosto 2020 –
Por: Ómar Rincón – El Tiempo –
El culpable predilecto de todo es el periodismo. Hay violencias sociales, culpa del periodismo; la justicia es perversa y vengativa, culpa de los periodistas; los gobiernos desgobiernan, culpa de los periodistas; los políticos son ineptos y cínicos, culpa de los periodistas; la pandemia nos tiene en cuidados intensivos de salud mental, culpa del periodismo. ¡Ojalá todo fuera tan fácil!
Por eso, medios y periodistas les creen.
Este virus es inédito: nunca había pasado, nadie (todavía) sabe mucho. Y si todo es miedo y confusión, los ciudadanos van a los medios… y encuentran que no hay sentidos ni claridad informativa. ¿La culpa es de los medios? No, es de las fuentes oficiales, políticas y científicas.
El periodismo le creyó a la fuente oficial: los gobiernos. Pero… los gobiernos no tienen ni idea y buscan aprovechar “la crisis” para ganar ‘favorabilidad’ para sus yos.
Su estrategia de comunicación parece ser: confunde y reinarás. Sus medidas son contra los ciudadanos y en beneficio de sus patrones. Sus prácticas retóricas y corruptas continúan. Y los medios informan eso, la gente se pone furiosa, pero no es culpa del periodismo, son nuestros gobernantes.
Los políticos siguen en su modo cínico y descarado de aprovechamiento del desbarajuste público para ganar puestos, pagar favores, sacar dinero del Estado y habitar el club de la pelea en modo Petro vs. Uribe.
Y los medios informan eso, y la gente se pone histérica con los periodistas, pero el cinismo es de los políticos.
Y a pesar de este mundo sin fuentes creíbles y confiables, los medios y sus periodistas son la única información de valor que recibimos porque hacen reportería, van a donde la gente, responden sus preguntas, intentan acompañar a los ciudadanos, consolarlos y darles información adecuada.
Y además, el periodismo mantiene la visibilidad sobre la violencia intrafamiliar, el abuso contra niños y mujeres, la debacle educativa, la matanza de los líderes sociales, el exterminio del medio ambiente, la corrupción cínica de gobiernos y políticos… ¿Se imaginan sin periodismo lo que pasaría? La salida fácil es culpar a los medios de la debacle que han hecho de este país los que gobiernan, los políticos y los dueños del capital.
Lo paradójico es que, si los periodistas no les gustan a uribistas, ni petristas, ni duquistas, ni lopistas, ni charistas, ni corruptos ni jueces…, algo deben de estar habiendo bien estos periodistas.
El periodismo existe para narrar y defender la democracia. Y el virus y estos gobiernos no han podido derrotarlo, aún.
ÓMAR RINCÓN
Columnista de televisión
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