La deforestación en Colombia se incrementó en un 23 % en 2017, en relación con 2016, equivalente a 219.973 hectáreas. Los bosques más afectados son los de la Amazonia, donde se registra el 65,5% del total de áreas taladas.
La región amazónica colombiana, que posee más del 50 % del area forestal del país perdió 144.147 hectáreas de bosque en 2017, lo que representa el doble de la deforestación en comparación con el 2016.
Así lo dio a conocer el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), durante el monitoreo de 2017, según el cual, a nivel regional, las cifras obtenidas reportan que las áreas de cambio en la cobertura de bosque natural durante 2017 se concentran principalmente en las regiones de la Amazonía (65,5% de la deforestación), los Andes (17%), el Caribe (7,1%), el Pacífico colombiano (6,1%), y la Orinoquia (4,5%).
Las principales causas de la deforestación a escala nacional, durante el año 2017, fueron la praderización, la ganadería extensiva, los cultivos de uso ilícito, el desarrollo de infraestructura vial, así como la extracción ilícita de minerales y de madera.
De acuerdo con información oficial generada por el IDEAM, en 2017 el país contaba con 59.311.350 hectáreas de bosque natural, que representan el 52% de la superficie continental e insular. La mayor proporción de cobertura boscosa natural se concentra en la región de la Amazonía colombiana con un poco más del 66.6% del total nacional, con 39´516.141 ha.
Entre tanto, la región del Caribe Colombiano continúa siendo la región con menor proporción de cobertura boscosa natural, representando tan solo el 2.9% del total nacional con 1´696.682 ha de bosque natural.
Según el monitoreo oficial, el 81% de la pérdida de bosque natural del país en el año 2017 ocurrió en la jurisdicción de seis departamentos: Caquetá, Guaviare, Meta, Antioquia, Putumayo, Chocó y Santander. Siendo el departamento de Caquetá el que representa el mayor porcentaje de pérdida de bosque, con el 27.6%.
Respecto del período anterior, para el año 2017 los departamentos con mayores aumentos en superficie deforestada fueron Caquetá, Guaviare y Meta, con aumentos entre el 100% y 20% respectivamente.
Respecto del período anterior, para el año 2017 los departamentos con mayores reducciones en superficie deforestada fueron Chocó, Norte de Santander y Nariño respectivamente.
En el análisis de cifras realizado por el IDEAM, una de cada diez hectáreas deforestadas a nivel nacional se localiza en áreas de Resguardos Indígenas, lo que muestra la efectividad de este tipo de áreas para la conservación del bosque natural y control de la tala. No obstante resguardos como Nukak-Maku (3.435 ha deforestadas), Yaguara II (3.022 ha deforestadas) y Vaupés (2.100 ha deforestadas) reportan problemáticas significativas.
Así fue el comportamiento por regiones, según los datos del IDEAM:
Arco de deforestación de la Amazonia (58,4% de la deforestación nacional en 2017): áreas de los departamentos Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, principalmente en los municipios de La Macarena, Uribe, Vistahermosa y Puerto Rico (Meta); San José del Guaviare, Calamar y El Retorno (Guaviare); San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá y Solano (Caquetá); Puerto Guzmán y Puerto Leguízamo (Putumayo).
La deforestación en esta zona fue ocasionada mayormente por fenómenos de praderización con fines de expansión de ganadería extensiva o acaparamiento de tierras (valorización y/o titulación), y expansión de infraestructura vial (principalmente vías terciarias asociadas al trazado de la carretera marginal de la selva). Con un impacto de menor intensidad se presentaron los cultivos de uso ilícito y la extracción de madera para la comercialización de especies con alto valor comercial.
Andina Centro Norte (5,1%): además del nororiente antioqueño, esta zona incluye áreas del sur de Bolívar y del occidente del departamento de Santander; la deforestación en 2017 se concentró principalmente en los municipios de Remedios y Segovia (Antioquia). La extracción de oro a cielo abierto (principalmente de tipo ilícito), el cultivo de coca (que se alterna con la extracción ilícita de minerales) y el crecimiento de las áreas de pastizales, han sido factores que continúan presionado las áreas de bosques naturales en las estribaciones de la Serranía de San Lucas.
Pacífico Norte (2,6%): noroccidente antioqueño, norte del Chocó y sur del departamento de Córdoba, principalmente en los municipios de Riosucio y Carmen del Darién (Chocó). La expansión de la frontera agropecuaria a través del establecimiento de pastizales para el ganado bovino, o de cultivos a pequeña escala que posteriormente pasan a pastizales, es la principal causa de deforestación en la zona. A esto se suma la extracción informal de maderas finas con fines de comercialización, que es una actividad históricamente realizada en esta región.
Mapiripán (1,3%): además de este municipio del departamento del Meta, incluye algunas áreas del municipio de Puerto Gaitán. Corresponde a una zona en el límite entre el bioma amazónico y la Orinoquía, desde donde provienen las amenazas que se constituyeron en las principales causas de deforestación en esta zona, como es la expansión de cultivos agroindustriales, principalmente de palma africana, así como la ganadería extensiva, basada en la sustitución de las coberturas naturales (sabanas o bosques de galería) por praderas mejoradas técnicamente.
Sarare (0,7%): áreas inundables del departamento de Arauca en los municipios de Arauquita, Puerto Rondón y Tame. El establecimiento de pastizales dedicados a la ganadería bovina es una de las actividades económicas más representativas de la zona, amenazando de manera constante las coberturas de bosque remanentes, así como la expansión de infraestructura vial en la región.
El monitoreo realizado por el IDEAM cuenta con el apoyo financiero del Programa Visión Amazonía, la Iniciativa GEF “Corazón de la Amazonía” y el proyecto Forests2020.
El reporte se basa en el procesamiento digital de más de 1.750 imágenes de satélite de media resolución espacial (Landsat 7y 8 principalmente), que permiten identificar y cuantificar la distribución y extensión de la cobertura boscosa y las áreas deforestadas en el país, constituyéndose en el referente oficial de datos e información sobre la cobertura de bosque natural remanente y sus dinámicas de cambio en Colombia.
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Tomada: REVISTA ECOGUIA
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