Otra versión de la historia de la captura del exfiscal de la JEP y de Luis Alberto Gil

Foto: Cristian Garavito.

Esta es la historia sobre las capturas de un exfiscal de la JEP y el exsenador Luis A. Gil, contada desde otro ángulo. En la imputación de cargos, programada para este martes, se sabrán más detalles de la versión que tiene la Fiscalía.

Tomado de: El Espectador.

La historia de las circunstancias de la captura de Carlos Julián Bermeose va sabiendo de a poco. Igual que las razones de por qué en la misma operación en la que cayó el exfuncionario, que hasta este lunes estuvo vinculado a la Fiscalía de la JEP, también fueron capturados su pareja Ana Cristina Solarte, el exsenador Luis Alberto GilLuis Orlando Villamizar y Yamit Prieto Acero. Ayer, durante más de seis horas, hubo la expectativa de conocer la versión que de este caso tiene la Fiscalía. Pero problemas logísticos y de procedimiento lo impidieron. Mientras se conoce esta parte fundamental de la historia, El Espectador pudo conocer otra versión, hasta ahora inédita, de lo que sucedió el pasado 1º de marzo.

Según contaron a este diario fuentes que conocen del proceso, hay dos personas claves en esta historia. La primera de ellas es un hombre que se hizo llamar Asaf, de acento mexicano, quien habría buscado al exsenador Gil para expresarle su inquietud por el proceso de extradición del exjefe guerrillero Jesús Santrich.

Para llegar al excongresista, Asaf habría contactado a un conocido de Gil: Jaime Clavijo, quien a su vez tenía buena relación con Luis Orlando Villamizar, hombre de máxima confianza de Luis Alberto Gil. Al parecer, en una llamada que intercambiaron Clavijo y Villamizar a finales del año pasado, el primero le contó al hoy capturado que conocía a un hombre “que tenía un problema en la JEP” y que estaba buscando información “de adentro”.

Para la misma época de la llamada, Villamizar concretó una reunión entre Gil y Asaf en la casa del exsenador. En ese encuentro, el hombre que hablaba con acento mexicano expresó abiertamente que la razón de su inquietud por el caso del exjefe en la JEP era por unas propiedades suyas “en las que interviene Santrich” y le preocupaba qué pasaría con estas si era extraditado. Su interés principal era tener acceso a un magistrado de la Jurisdicción Especial de Paz. Según esta versión, Gil, desde el comienzo, habría señalado que no conocía a nadie que trabajara en la JEP. Sin embargo, dijo que sí conocía a una persona dentro de la Fiscalía de la JEP: Carlos Julián Bermeo. Entonces fue cuando se habría concretado una reunión con él.

En la casa del exsenador se encontraron, supuestamente, los interesados en el caso. Bermeo les explicó cómo funcionaba la JEP, en qué estaba el caso Santrich y, según las fuentes que contaron esta versión a este diario, les explicó que nada podía hacer en el expediente del exjefe guerrillero porque hasta allá no llegaban las facultades de la Fiscalía de la JEP. Después del encuentro, Asaf habría seguido llamando al exsenador Gil para pedirle que se volvieran a reunir o para que le explicara qué estaba pasando con el proceso del exguerrillero -en la época en que se perdió la carta del Ministerio de Justicia a autoridades de Estados Unidos pidiendo pruebas del expediente Santrich-. Las llamadas que intercambiaron se habrían realizado entre enero y febrero de este año.

Lo relatado por la fuente difiere de lo que hasta ahora ha dicho la Fiscalía del caso. Según la investigación, Bermeo y los demás capturados habrían negociado que, a cambio de US$500.000, intervendrían en el proceso de extradición de Santrich. De acuerdo con videos que han sido revelados por el ente investigador, el pago que se entregó directamente a Bermeo fue de US$40.000 y otros US$460.000 se entregaron a los demás detenidos.

La insistencia de Asaf de una tercera reunión habría surtido efecto el viernes pasado. Ese día se habría acordado un encuentro en un hotel en Bogotá y allí llegaron Bermeo, Gil y Asaf, quien podría ser el agente encubierto que se usó para este caso. Sobre esta reunión, las fuentes que revelaron estos detalles relataron que en un momento de agradecimiento por la ayuda y explicaciones brindadas, Asaf le entregó el fajo de dólares al exfiscal Carlos Bermeo. El momento de la entrega quedó grabado y fue revelado por la Fiscalía el fin de semana, la cual sostiene que es la prueba de que Bermeo recibió un soborno. Al mismo tiempo que Bermeo recibía este “regalo”, otra parte de la operación de la Fiscalía se llevaba a cabo en otro hotel cercano.

Esta segunda parte de la historia involucra a Luis Orlando Villamizar y a Yamit Prieto, quien, según las fuentes consultadas por El Espectador, sería el conductor del exsenador Gil. Los dos hombres estaban en ese hotel, pues, al parecer, allí se estaba hospedando Asaf y los tres habían concretado una reunión.

Mientras esperaban que llegara el hombre de acento mexicano, al lobbydel hotel entró una mujer que se presentó como una amiga de Asaf. Les mostró una maleta negra y les dijo que allí les traía un detalle de Asaf. La mujer habría dejado en el suelo la maleta para salir del edificio. Minutos después, dijeron las fuentes, llegó la Fiscalía y la Policía, y los capturaron. La Fiscalía insiste en que ese era el pago de un soborno.

En ninguna de esas reuniones, recalcaron, ni Asaf ni Gil ni Bermeo hablaron sobre incidir, en favor o en contra, en el caso de extradición de Santrich. Sin embargo, según lo que ha revelado la Fiscalía, los capturados sí recibieron el dinero con la promesa a cambio de intervenir en el caso. Se espera que este martes en la mañana se conozca la ampliación de las pruebas que tiene el ente investigador, cuando comience la audiencia de imputación de cargos. Será ante los jueces que se empiece a esclarecer, en la medida de lo posible, la relación entre los capturados y el soborno del que ha hablado la Fiscalía.