Foto: Cancillería.
Noruega defiende aplicación de protocolos en el caso del Eln. Chile apoya a Colombia.
La entrega de los líderes del Eln a Colombia, para ser juzgados por el atentado que costó las vidas de 20 personas y heridas a casi un centenar, como lo pide el gobierno del presidente Iván Duque, se salió ayer del ámbito bilateral con Cuba e involucró a otros países y miembros de la comunidad internacional.
Tomado de: El Tiempo.
Las posturas del Gobierno colombiano y sus aliados, que exigen la entrega de los guerrilleros a la justicia, y de quienes desde la orilla contraria defienden la aplicación de los protocolos de la negociación para dejarlos en libertad, se profundizaron.
El propio presidente Iván Duque, antes de viajar ayer a Davos (Suiza), reiteró que su gobierno no reconoce los protocolos alegados por Cuba y los países garantes de la negociación con esa guerrilla, para no entregar a los guerrilleros, porque no participó en ninguna negociación de paz.
Duque, por el contrario, pidió a Cuba de nuevo atender las solicitudes de extradición gestionadas por su cancillería contra los 10 negociadores de esa guerrilla, que ahora tendrán que responder por el crimen de los 20 cadetes asesinados en el atentados de la General Santander, el pasado jueves.
“Aquí el mensaje ha sido de respeto, y como ha quedado sin ningún efecto jurídico cualquier vínculo que haya en lo que se llamaba la mesa de La Habana con el Eln, hemos invocado no solamente la gravedad de los hechos ocurridos, el llamado del Consejo de Seguridad, de la CIDH y también las acciones judiciales que han tomado las autoridades en Colombia para que se reactiven rápidamente esas órdenes de captura y además se hagan las solicitudes de extradición”, dijo Duque luego de expresar toda su consideración por Cuba y los países que exigen la aplicación de los protocolos.
Los llamados protocolos establecen que en caso de romperse las negociaciones, como en efecto ocurrió luego del atentado contra la General Santander, los países garantes y el anfitrión facilitarían el regreso de los negociadores guerrilleros a las montañas colombianas, con la cooperación del Gobierno Nacional.
A la posición cubana de respetar los protocolos se sumó ayer Noruega.Noruega, a través de su cancillería, hizo saber que como país “facilitador y garante consecuente debe cumplir con sus compromisos”, y que por tanto no es partidario de entregar los guerrilleros a las autoridades colombianas, como lo pidió Duque.
“Rogamos una vez más acepten la sincera solidaridad de Noruega con Colombia y su gente en este difícil momento”, añadió la declaración.
Chile, otro de los garantes, expresó ayer su plena solidaridad con la decisión de Duque de someter los guerrilleros del Eln a la justicia por el atentado perpetrado.
Sin hablar de los “protocolos”, la cancillería chilena expresó: “Manifestamos nuestro profundo rechazo al Ejército de Liberación Nacional, que ha reconocido la autoría de estos hechos y otorgamos nuestro total apoyo al Gobierno de Colombia en su firme determinación de llevar a la justicia a los responsables de este brutal acto terrorista”.
Colombia, entre tanto, desplegó una intensa labor diplomática y su canciller, Carlos Holmes Trujillo, quien se entrevistó ayer con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, agradeció a esa organización la “oportuna condena” de los actos terroristas del Eln.
Hoy, el canciller colombiano, quien asistirá a una sesión con el Consejo de Seguridad para atender la divulgación del informe de la Secretaría General sobre la implementación de los acuerdos con las Farc, notificará a esa instancia de la ONU sobre la determinación del Gobierno colombiano de no reconocer los protocolos suscritos por el anterior gobierno con el Eln.
“Noruega es un país amigo, es un país que nos merece el mayor respeto y consideración, y en este punto concreto naturalmente tenemos una diferencia: el gobierno del presidente Duque no reconoce esos protocolos”, aseguró el canciller.
El Gobierno colombiano se siente muy cómodo en esta discusión por contar con el apoyo de los gobiernos de Chile y Brasil, también garantes.
El problema surgido por el enfrentamiento de estas dos posturas parece un asunto difícil de resolver, pues los mismos protocolos establecen que son los países garantes los responsables de coordinar el retorno de los guerrilleros a territorio colombiano en caso de que las negociaciones sean interrumpidas.
Si como se intuye, Brasil y Chile acompañan a Colombia, quedarían solo Noruega y Cuba al frente de esa operación. Los protocolos ya establecen la posibilidad de que los guerrilleros regresen a territorio venezolano, pero exigen, en ese caso, la participación de “al menos dos países garantes”.
El Eln cuenta con el respaldo del gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien le ha dado diversos tipos de apoyo a esa organización.
Venezuela es hoy el principal apoyo del Eln.
De hecho, una de las dificultades con que el Gobierno colombiano cuenta para perseguir a los jefes de esa guerrilla es que estos viven en ese país.