En su Memoria y Cuenta, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se quejó de que Colombia no ha valorado lo que su país hizo por el acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla de las Farc.
Caracas entregó una nota de protesta por lo que consideran acciones que propician el contrabando.
La inesperada orden del Gobierno venezolano de cerrar la frontera común con Colombia en diciembre pudo ser el corolario de un año muy difícil para las relaciones bilaterales, la última controversia que diera paso a un 2017 de mayor entendimiento.
Sin embargo, Caracas inauguró el año con una nota de protesta entregada el 9 de enero a la Cancillería colombiana y el señalamiento público del presidente Nicolás Maduro a Colombia como “malagradecida” por no reconocer lo suficiente la actuación de Venezuela en el proceso de paz, entre otras cosas.
“Ustedes no saben todo lo que nosotros hemos hecho por la paz de Colombia, pero no pueden ser malagradecidos (…). Lo mínimo que tiene (que hacer) el ser humano es agradecer, yo no pido que me pongan una medalla de premio Nobel (…), por favor, por el amor de Dios, si no me vas a reconocer, si no me vas a servir, tampoco me hagas mal. Yo llamo a Colombia a que cese la campaña desde Bogotá contra Venezuela, la campaña permanente contra el presidente Maduro”, dijo el mandatario en su mensaje anual de Memoria y Cuenta.
Este llamado coincidió con la enumeración de problemas que, a su juicio, sufre Venezuela por la inacción del Gobierno colombiano, al que señaló de permitir el contrabando de gasolina, productos de primera necesidad y billetes venezolanos en territorio colombiano.
Y advirtió que su gobierno “se reserva las acciones internacionales ante los mecanismos del mundo por la violación de las leyes del comercio y la promoción del contrabando”.
El Gobierno venezolano se mostró ofendido la semana pasada luego de que Colombia rechazó la idea de que carros de matrícula colombiana se abastezcan en las gasolineras del lado venezolano pagando en pesos a precio preferencial, la más reciente oferta de Caracas para frenar el contrabando y “ayudar a los colombianos de la frontera”.
‘Menosprecio’
Las declaraciones de la canciller María Ángela Holguín que expresaron la negativa de Bogotá de abrir la frontera para el tránsito vehicular fueron interpretadas por la Cancillería venezolana en una nota de protesta como “cargadas de menosprecio e irrespeto a Venezuela”.
“Las declaraciones dadas por la canciller Holguín pretenden desconocer la ineludible realidad histórica que confirma el permanente compromiso de Venezuela en el suministro de insumos básicos, atención médica, combustible, energía, empleos y, sobre todo, paz para la población colombiana”, señaló la misiva, en la que el gobierno de Maduro también advirtió su “preocupación” por lo que puede suceder en el futuro.
En la nota de protesta, Caracas señala que a sus decisiones “se contraponen medidas propiciatorias de irregularidades y mantenimiento de perturbaciones a la economía venezolana por parte de la Cancillería colombiana”.
El presidente Maduro, en su alocución del domingo, añadió que “jamás permitiría” que venezolanos sabotearan la economía colombiana.
Caracas anunció que a partir de este martes funcionarán ocho casas de cambio (tres en el estado Táchira y cinco en el estado Zulia) en la zona fronteriza, con las que busca paliar el contrabando de billetes e impedir la colocación de un precio especulativo al bolívar, otra práctica de la que acusa a supuestas “mafias colombianas”, entre las supuestas causantes del desbarajuste inflacionario que vive Venezuela.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO