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La incertidumbre geopolítica y geoeconómica se convirtió en el principal riesgo de este año, según un informe del Foro Económico Mundial.
Tomado de: Portafolio.
El deterioro que sufre hoy el ambiente económico internacional y los diferentes coletazos de la guerra comercial se ubicaron como las principales riesgos globales para el 2019, según datos del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
De hecho, en el Informe de Riesgos Globales 2019, el organismo concluyó que este año, el mundo podría enfrentarse a la “tormenta perfecta”, ya que 9 de cada 10 encuestados –entre los que están expertos y tomadores de decisiones– proyectan que la economía global empeorará, debido a mayores tensiones geopolíticas y geoeconómicas.
“En un contexto en el que el comercio global y el crecimiento económico están en riesgo, es muy importante renovar la arquitectura de la cooperación internacional. No tenemos la pólvora para hacer frente al tipo de ralentización a la que nos podría llevar la dinámica actual”, explicó Børge Brende, presidente del Foro Económico Mundial.
PRINCIPALES ALERTAS
De hecho, según la encuesta del WEF, los riesgos mundiales, en lugar de reducirse, se están intensificando y la voluntad de hacerles frente parece insuficiente. “Nos estamos sumergiendo cada vez más en problemas globales de los que lucharemos por salir”, agregó el informe.
Este panorama tiene, por supuesto, un impacto en el crecimiento económico global, el cual se verá afectado directamente en el 2019, por cuenta (en gran parte) de mayores tensiones políticas y económicas, sumado a que las disputas comerciales seguirán marcando el paso del día a día internacional.
Incluso, casi todos los expertos y tomadores de decisiones que opinaron para este reporte coincidieron en que las fricciones económicas entre grandes potencias es el principal factor de riesgo, a corto plazo, seguido de la mayor erosión que tendrían las reglas y acuerdos de comercio multilateral.
Este resultado es similar al del año pasado y pone la economía en el eje central de las alertas prendidas por parte del WEF, llevándolo incluso a un foco más agudo y con potenciales repercusiones más fuertes para gran parte de los países.
Además de lo anterior, la alta deuda mundial y la volatilidad de los mercados internacionales se han consolidado como factores agravantes de las perspectivas para este año, que, no obstante, están lejos de ser las únicas que preocupan, tanto por sus implicaciones futuras como por la falta de voluntad para darles soluciones concretas.
“Lo que necesitamos ahora es una acción coordinada y concertada para sostener el crecimiento y hacer frente a las graves amenazas a las que se enfrenta nuestro mundo en la actualidad”, sentenció el presidente del WEF, al presentar el informe en mención.
OTRAS PREOCUPACIONES
Y es que dentro de los riesgos a corto plazo detectados por los expertos y analistas encuestados hay una gama de puntos que incluyen de todo: desde la degradación del medioambiente, pasando por la falta de privacidad de empresas y gobiernos, hasta llegar a las amenazas cibernéticas y tecnológicas.
A pesar de todos estos matices, una de las conclusiones encontradas por el Foro Económico Mundial indicó que todas (o casi todas) las preocupaciones latentes responden a las tensiones geopolíticas y geoeconómicas, las cuales se reflejarán en una nueva composición del orden mundial.
Según el reporte, “la reconfiguración de las relaciones entre los países profundamente integrados está llena de riesgos potenciales (…). En este contexto, es probable que sea más difícil avanzar colectivamente en otros desafíos globales, que van desde la protección del medioambiente hasta la respuesta a los desafíos éticos de la Cuarta Revolución Industrial”, dijo el WEF.
De hecho, sobre el último punto –que está directamente relacionado con los avances tecnológicos–, el futuro cercano podría ser incluso peor, si se tiene en cuenta que 8 de cada 10 encuestados ubicaron los ciberataques en el top 5 de mayores riesgos a corto plazo, a nivel global.
Allí están incluidos los ataques que buscan robar información y dinero, y aquellos que pretenden crear una disrupción en las operaciones e infraestructuras. No es gratuito, entonces, que el WEF dijera que la tecnología “sigue desempeñando una función fundamental en la configuración del panorama global de riesgos”, con la particularidad de que durante el 2019, este renglón tendrá mayor incidencia en los riesgos por afrontar.
CHOQUES A FUTURO
El reporte del WEF también determinó que hay 10 potenciales riesgos que afectarán el orden mundial a largo plazo. Entre estos se encuentran las guerras climáticas, la apertura de secretos, los límites de las ciudades, el panóptico digital, las disrupciones emocionales y el populismo momentario. Estos, según el informe del Foro Económico Mundial, tienen un “potencial de efectos umbral que podrían desencadenar deterioros dramáticos y hacer que los riesgos en cascada cristalizaran a una velocidad vertiginosa”.