15 Mayo 2019.
Foto: Pixabay.
Reporteros Sin Fronteras condena la agresión al columnista Yavuz Selim Demirağ en Ankara, el pasado 10 de mayo, y urge a las autoridades turcas a garantizar que este ataque no queda impune, así como a poner fin a este clima de odio hacia los periodistas críticos en Turquía.
Tomado de: Reporteros Sin Fronteras.
En una emboscada, claramente planeada, seis o site individuos golpearon a Yavuz Selim Demirağ con bates de baseball cuando llegaba a su casa, en Ankara, después de haber participado en un programa de televisión. Fue hospitalizado con serias heridas.
La policía ha detenido a seis sospechosos, que no obstante han sido puestos rápidamente en libertad condicional sobre la base de que «no está en riesgo la vida de la víctima». El cargo que finalmente se les ha atribuido es el de «asalto agravado», que parece respaldar su versión del ataque, una disputa entre conductores de automóviles.
«Esta agresión desconcertante iba destinada contra la libertad de prensa y refuerza el clima de hostilidad que hay en Turquía», afirma el representante de Reporteros Sin Fronteras en Turquía, Erol Önderoğlu. «Es incomprensible que el sistema judicial, tan rápido en encarcelar a periodistas, sea tan indulgente con estos agresores. Urgimos a las autoridades a poner fin a la impunidad y al clima de odio hacia los periodistas críticos», añade.
La violencia contra los periodistas queda muchas veces impune en Turquía. Por ejemplo, la agresión a 12 periodistas en junio de 2016, en Midyat, por parte de policías y miembros del AKP, sigue sin investigarse. Varios periodistas tuvieron que ser hospitalizados pero la fiscalía esperó ocho meses antes de pedir un informe médico sobre sus heridas.
Mientras se desmantela el estado de derecho en Turquía, la situación de los medios de comunicación se ha vuelto crecientemente precaria, especialmente desde el intento fallido de golpe de estado de julio de 2016.
Turquía ocupa el puesto 157 de los 180 países que conforman la Clasifiación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.