Foto: Néstor Gómez / EL TIEMPO
Mauricio Gómez (centro) recibió recientemente el premio Guillermo Cano, del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), por su labor como cronista e investigador.
Dos recientes premios destacan a periodistas que llevan este apellido sin tener parentesco.
Por: MYRIAM BAUTISTA G. |
Hace unas semanas, el nombre de Mauricio Gómez saltó a las primeras páginas de los periódicos porque fue señalado por sus colegas del Círculo de Periodistas de Bogotá como el profesional merecedor del galardón al Mérito Periodístico Guillermo Cano.
Un premio aplaudido por unanimidad. No podía ser de manera diferente. Se trata de un periodista serio y comprometido hasta los tuétanos con su profesión. Lleva en los medios nacionales más de treinta años, unas veces en la dirección y otras como reportero, pero siempre de cabeza, exprimiendo los temas que se le atraviesan. Uno de los cargos por los que más se le recuerda es el de director del excelente noticiero de televisión 24 horas, en los años ochenta del siglo pasado. En la actualidad, Mauricio Gómez, es reportero, investigador y presentador de serios y documentados informes para el noticiero de televisión CM&, los que denuncian y prueban hechos de corrupción, malversación de fondos o situaciones anómalas, y no logran nada, como el periodista expresó dolido en una reciente entrevista aparecida en este periódico a María Isabel Rueda. También dirige, con buen tino, el interesante magazín de crónicas GPS, que se puede ver todas las noches, de las 7:30 a las 8, por el Canal Uno de la televisión. Mauricio es hijo del asesinado político conservador Álvaro Gómez, que heredó de su padre, Laureano Gómez, el periódico El Siglo, en donde Mauricio comenzó su profesión de periodista, que combina con la de pintor.
También hace algunos días el periódico El País de España informó en su primera página que en los premios de periodismo Rey de España que conceden cada año la Efe, agencia de noticias española, y la Agencia Española de Cooperación Internacional, una periodista colombiana, de RCN, era la ganadora por Mejor Informe de Televisión, en la categoría Periodismo Ambiental y Desarrollo Sostenible. Se trataba de la periodista manizaleña Patricia Gómez, quien repite en este importante reconocimiento internacional. Ya en 1995, junto a Héctor Fabio Cardona y Jorge Enrique Botero, quienes trabajaban en el desaparecido Noticiero buenos días Colombia, fueron escogidos como los mejores en televisión por un informe que daba cuenta de los primeros desplazamientos que se producían en la zona de Tierra Alta, Córdoba, y de la aparición de los nefastos grupos armados paramilitares. La historia, los testimonios y la valerosa reportería de Patricia Gómez, junto al trabajo de análisis de contexto de los periodistas Cardona y Botero, fueron reconocidos por un jurado de colegas internacionales que no dudó en darles el premio por encima de decenas de concursantes de toda el área de América Latina y de España.
Patricia Gómez comenzó su carrera profesional en la cadena radial Todelar, pasó luego como corresponsal de Caracol Radio en Nueva York y ha trabajado en distintos noticieros como jefa de redacción, subdirectora y directora.
En esta oportunidad, Patricia Gómez, Sabina Nicolls y Liliana Bernal fueron premiadas por el informe ‘Plomo: veneno invisible’, en el cual se muestran los problemas que causa la exposición a este metal en la zona de Malambo, Atlántico, así como los tentáculos empresariales detrás de este negocio. Les llevó más de cinco meses de trabajo.
Patricia Gómez y sus compañeras recibirán el premio a finales de este mes, en una ceremonia que se llevará a cabo en el Palacio de la Zarzuela, en Madrid, y que será presidida por el rey de España y su esposa.
Parecía mera coincidencia que estos dos comunicadores premiados tuvieran el mismo apellido. Sin embargo, la lista de Gómez periodistas es larga, nutrida y muy reconocida. Mauricio y Patricia no son los únicos Gómez galardonados.
Ignacio Gómez, bogotano y subdirector del informativo Noticias Uno, ha ganado muchos reconocimientos por sus profundas y temerarias investigaciones no solo en televisión, sino en los años ochenta en el periódico El Espectador.
Ha sido amenazado en distintas oportunidades, por lo que ha tenido que salir del país. También su casa ha sido asaltada para robar información que acopiaba en desarrollo de esos trabajos en los que indaga con meticulosidad y desenreda madejas enmarañadas.
Gloria Cecilia Gómez, antioqueña de nacimiento pero bogotana por adopción, ha trabajado en distintos medios y se especializó en los años 80 en redacción económica en el Noticiero 24 horas. En los últimos años ha sido versátil, inteligente y amena conductora de la franja mañanera en Citytv, así como conductora en programas de entrevistas en los que descubre, con gran sentido del humor, facetas ocultas de personajes públicos. Suma varios premios en su trayectoria.
Beatriz Gómez, manizaleña, fue seria y recursiva presentadora de noticieros de televisión, así como directora y conductora de programas de opinión. Varias veces ganó el premio India Catalina a la mejor presentadora de televisión.
Jairo Gómez trabaja en el Canal del Senado y escribe una columna, muy vista y comentada, en Semana.com. Su trayectoria es larga y nutrida, como que estuvo varios años en Caracol Radio, en el Noticiero de las Siete, fue director del Canal Capital y de la emisora de radio de la Universidad Nacional. También ha recibido premios por su trabajo.
Gustavo Gómez comenzó con el pie derecho como reportero raso en Caracol Radio con Darío Arizmendi. En poco tiempo fue ganando audiencia por sus respetuosos, inteligentes y empáticos comentarios con fuente y oyentes. Poco a poco escaló hasta convertirse en coequipero del veterano Darío y hoy es el director y conductor de La luciérnaga. Ya forma parte de las ligas mayores.
Fernando Gómez ha sido columnista de arte, encargado de la sección cultural en diferentes medios y en la actualidad es director de la revista de entrevistas Bocas y de Donjuán, ambas de este periódico. Su creatividad, ingenio, arrojo y disciplina destacan entre sus cualidades personales y profesionales. Ha recibido varios premios Simón Bolívar.
Y ahí no paran los Gómez. La antioqueña Ana Mercedes Gómez fue durante años directora de El Colombiano, el periódico más importante de la región antioqueña, del que ella y su familia son propietarios.
El bogotano Hernando Gómez Buendía fue el creador y actual editor del leído portal de internet Razón Pública. Ha sido columnista de importantes medios escritos y analista político y económico sobresaliente.
Escritores y poetas
Y para no quedarnos en este inventario de los Gómez solo con los nombres de aquellos que trabajan en el mundo periodístico, no se podría hablar de quienes llevan este apellido sin mencionar a uno de los más importantes escritores colombianos, el antioqueño Francisco Gómez, más conocido como Efe Gómez. Este año se cumplen 150 años de su nacimiento. Con una obra pequeña ha trascendido como uno de los más notables escritores de comienzos del siglo pasado y uno de los más destacados integrantes de la bohemia de la capital antioqueña de los años treinta.
Efe Gómez se caracterizó por escribir cuentos en los que desarrolló conflictos psicológicos y dramáticos de sus personajes. Su única novela, Mi gente, sigue leyéndose y cuenta con una nutrida y selecta colectividad de seguidores, que reeditan sus cuentos y se encargan de darlo a conocer.
Y si de seguidores se trata, ninguno como el poeta Raúl Gómez Jattin, que tiene a su alrededor un fuerte grupo de admiradores que lo recitan día de por medio y admiran su poesía por encima de la de cualquiera de las decenas de poetas nacionales. Vale la pena transcribir dos de sus más leídas definiciones sobre su persona y su poesía, transcritas en la cubierta del libro de Heriberto Fiorillo Arde Raúl. “Estuve loco en el buen y mal sentido de la palabra. En el mal sentido, porque la locura no pudo impedir que me llevaran a las clínicas siquiátricas; en el buen sentido, porque la locura me permitió ser artista. La locura deja llegar a niveles de profundización del alma humana. Es una forma de ser en fantasía. Lo dije de otro modo: No estaba en la locura. Estaba en la metáfora, de manera consciente (…). Desde niño soñé tener una existencia dedicada al arte, ser escritor y hombre de teatro, y lo conseguí a costa de mi propia vida. La he inmolado ante el altar de la belleza. El que quiera ser poeta tiene que estar dispuesto a sacrificar su existencia. La poesía es algo más que un destino literario y le exigirá todo a cambio de un grano de placer”.
Y como para que los Gómez, cuyo inventario no se acaba aquí porque faltan datos de otros municipios, se ufanen aún más de que por sus venas fluye no solo sangre periodística, literaria, poética sino también musical, cómo no citar a la pianista Teresita Gómez, que acaba de celebrar 60 años tocando con maestría el piano en los escenarios de los más importantes teatros nacionales y algunos internacionales, con un bello y emocionante concierto en el Teatro Colón de Bogotá.
MYRIAM BAUTISTA G.
Especial para El Tiempo