VIERNES 31 DE MARZO DE 2017 • 10:53
WASHINGTON.- El secretario general de la Organización de los Estados Americanos ( OEA), el uruguayo Luis Almagro, pidió hoy formalmente que se convoque a una sesión urgente del Consejo Permanente de la OEA con la intención de aplicar la Carta Democrática Interamericana a Venezuela.
El secretario general de la OEA envió una carta al presidente del Consejo Permanente, Patrick Andrews, solicitando la convocatoria e invocando el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana «para analizar la situación en Venezuela».
El presidente del Consejo Permanente deberá decidir si convoca o no la reunión y la fecha en la que tendrá lugar.
Almagro denunció ayer que hubo un «autogolpe de Estado» en Venezuela tras la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que despojó de sus competencias a los diputados de la Asamblea Nacional y declaró legal que los magistrados asuman sus funciones.
El virtual autogolpe, que conmocionó a la región, llegó apenas dos días después de que la OEA lanzara una fuerte advertencia a Caracas, de un tenso y áspero debate en el Consejo Permanente sobre el país caribeño, que terminó sin votación, pero dejó una declaración de 20 países para diseñar una hoja de ruta hacia una solución política a la crisis.
Lejos de ceder ante la presión internacional, Maduro subió la apuesta. Almagro sentenció ayer: «Aquello que hemos advertido lamentablemente se ha concretado».
Qué es la Carta Democrática Interamericana
La resolución 1080, aprobada en 1991, habilitó por primera vez a la OEA a tomar las sanciones y las medidas que considerara «adecuadas» en caso de ruptura del orden constitucional o golpe de Estado.
En abril de 2001, en Quebec, Canadá, jefes de Estado y de Gobierno -reunidos en la III Cumbre de las Américas- encargaron a los ministros de relaciones exteriores que prepararan una carta que reforzara «los instrumentos de la OEA para la defensa activa de la democracia representativa».
La Carta Democrática Interamericana fue adoptada en una Asamblea General extraordinaria de la OEA celebrada en Lima, Perú, el 11 de septiembre de 2001. Fue promulgada para «la promoción y fortalecimiento de los principios, prácticas y cultura democráticas» entre los Estados de las Américas.
La Carta está dividida en seis capítulos: La democracia y el sistema interamericano (I), La democracia y los derechos humanos (II), Democracia, desarrollo integral y combate a la pobreza (III); Fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática (IV); La democracia y las misiones de observación electoral (V) y Promoción de la cultura democrática (VI).
Hasta ahora, el capítulo IV de la Carta Democrática fue invocado diez veces. En siete ocasiones se aplicó en forma preventiva para evitar el «escalamiento» de crisis político-institucionales que «podrían haber puesto en riesgo el proceso democrático o el legítimo ejercicio del poder y derivar en rupturas del orden democrático». En otros dos casos, la Carta se aplicó en momentos considerados como «rupturas del orden democrático». Recientemente, y por primera vez, se aplicó en función del artículo 20.
Artículo 20
«En caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente.
El Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática.
Si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a la Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la presente Carta Democrática.
Durante el proceso se realizarán las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática».
Tomado de:La Nación.com